
Es normal que, al tener un tiempo yendo al gimnasio o practicando algún deporte, la motivación y emoción de los primeros días desaparezca. ¿Por qué sucede esto? Y ¿Cómo se puede remediar? En este artículo, vamos a ver algunas de las razones y una gran cantidad de soluciones para que retomes la motivación y comiences a hacer ejercicio realmente motivado.
Existen muchas cosas que pueden ayudar a esto. Contar con un espacio especializado en actividades deportivas puede ser una solución. Sin embargo, este problema va más allá del espacio. La motivación es un estado mental, y en este artículo puedes aprender cómo corregirla.
¿Por qué te desmotivas?
Como te hemos dicho, la desmotivación es un estado mental. Existen muchos factores que pueden ocasionarlo, y la falta de autoestima es uno de ellos. La carencia de confianza está relacionada, en la mayoría de casos, con la desmotivación. No cumplir con los objetivos propuestos y también compararte con los demás es una gran fuente de motivación.
Las razones para desmotivarse son muchas, pero las soluciones casi siempre son comunes. Existe una línea que diferencia a la motivación de la disciplina a la hora de hacer ejercicio. Conocerla te puede ayudar a mejorar tu motivación al entrenar.
Diferencia entre motivación y disciplina
La motivación es emocional. Se refiere a las ganas que tienes de hacer deporte y mejorar. La disciplina, por otro lado, es un hábito. No tiene nada que ver con cómo te sientes, sino con cómo te has educado para cumplir un objetivo. Una persona puede carecer de motivación, pero una gran disciplina hará que siga entrenando.
Del mismo modo, las personas con una falta de disciplina, pero exceso de motivación pueden entrenar sin ningún problema. Lo ideal es contar con ambas herramientas, pero en caso de que no sea así, debes educarte para al menos tener una. A continuación, te mostramos algunas de las prácticas que pueden mejorar tu motivación al entrenar, y fortalecer tu disciplina a la hora de hacer ejercicio.
Algunos consejos para mejorar la motivación al entrenar
Empieza desde abajo
Empezar desde abajo significa ir a lo pequeño, y luego a lo grande. Si estás haciendo levantamiento de pesas, empieza con algo pequeño. Es mucho más beneficioso realizar ejercicio con 5 libras, pero hechos a fondo y con buena postura, que hacer una rutina con un peso que no es para ti y, además, mal hecho. Empieza desde abajo, y ve escalando cuando domines el peso actual.
Cambia tu rutina de ejercicio
Cada 2 o 3 meses, es necesario que cambies tu rutina de ejercicios. Tus músculos necesitan estrés, y la rutina no es para nada estresante. Puedes incluir ejercicios de calistenia, o enfocarte más en el cardio. La idea es que incluyas cosas nuevas y cambies el orden de los ejercicios. De esta forma, tu cuerpo entrará otra vez en fase de aprendizaje.
Haz todo más entretenido
Ir al gimnasio a levantar pesas, con una correcta postura, repeticiones a fondo y demás requisitos puede tornarse aburrido. Puedes hacerlo entretenido, asistiendo a clases colectivas y probando cosas nuevas. Existen muchos ejercicios esperando a que los descubras.
Establece metas realistas
Establecer metas realistas es una de las actividades que permitirá mejorar tu motivación al entrenar. Esto significa conocer de lo que eres capaz de hacer. Establecer metas realistas es tomar un objetivo que sepas que puedes alcanzar, pero que a la vez te rete a mejorar, y perseguirlo.
No te compares con las demás personas
Una de las peores cosas que hacemos a la hora de entrenar es compararnos con las demás personas. Todos los cuerpos son diferentes, se moldean de forma diferente y necesitan ejercicios distintos. La persona que levanta las pesas más grandes del gimnasio merece admiración, pero él recorrió un camino para llegar ahí. Ahora mismo, tú estás en tu propio camino.
Rétate
Retarte puede dar como resultado una mejora en la motivación al entrenar. Esto va de la mano con establecer metas realistas, porque retándote, serás capaz de conocer tus límites. Además, solo de esta forma, podrás avanzar. Recuerda hacerlo de forma sana, sin buscar el peso más grande del gimnasio. Simplemente busca algo con lo que puedas entrenar cómodamente, pero que a la vez te pueda cansar.
Invita a alguien a entrenar contigo
Entrenar en grupo siempre es más entretenido. Además, así incluyes a más personas en el hábito del entrenamiento, que nunca ha hecho mal a nadie. Invita a alguien que te rete y a quien puedas retar tú también, para motivarse mutuamente a mejorar.