La natación es uno de los deportes más conocidos a nivel mundial. No solo por su gran éxito en atraer la atención del público en las competiciones, sino también por su versatilidad y beneficios que trae a nuestro organismo. Debido a esto, cada día se suman nuevos integrantes al mundo del deporte que desean aprender a nadar de manera deportiva y que quieren hacer natación competitiva. Si eres una de estas personas, estás en el lugar indicado.
Empezar en el mundo de la natación no es sencillo, pero tampoco imposible. Si de verdad es un deporte que te gusta, no debes dudar de seguir con el mismo; te aseguramos que te traerá beneficios a largo plazo. Sin embargo, entendemos tu duda y preocupación. Es por ello que, en esta oportunidad, te daremos una serie de consejos que puedes aplicar como principiante y antes de empezar tus clases de natación. ¡Vamos a ello!
La natación es un deporte que debes tomar con calma
Es común que relacionemos la rapidez y la mayor realización de repeticiones con un mejor rendimiento. Sin embargo, esta percepción solo es válida para el mundo del entrenamiento cardiovascular en un concepto más tradicional. Se debe a que, en la natación, tratar de hacer los ejercicios más rápido solo puede llevar a un desbalance.
Cuando tratas de nadar de manera excesivamente rápida, lo único que vas a conseguir será cansarte más rápido. Esto te llevará a una falta de aliento, lo que terminará en pérdida de ritmo y desconcentración. Sin duda, aspectos que querrás evitar si quieres tener un buen desenlace. Es por eso que se recomienda, al menos en las primeras sesiones, de mantener una técnica cuidada y un ritmo constante. Esto te será más beneficioso.
Siempre exhala por la nariz
Este es uno de los aspectos de la natación que todos encuentran difícil de dominar. Sin embargo, es uno de los más importantes cuando se trata de tener una buena técnica. Dominarla se traduce en tener un nado más fácil y constante. Para lograr una buena respiración completa, lo primero que debes tener en cuenta es que en la natación se debe respirar por la boca. Eso sí, solo cuando tu cara esté fuera del agua. Después, el aire se debe exhalar por la nariz entre cada viraje.
Sé consistente con la natación
Como sucede con todo, si quieres alcanzar el éxito en una competencia o incluso solo en tu técnica de natación, la consistencia es la clave. Después de todo, ningún deporte es tan sencillo de ejecutar como a veces observamos en los olímpicos en la televisión. Requiere desarrollar músculo, resistencia e incluso capacidad pulmonar. No dejes de asistir a tus clases y de practicar, empezarás a ver resultados más rápido de lo que crees.
¡El calentamiento es importante en la natación!
Cuando nos encontramos flotando en el agua, es fácil olvidarse de que la natación es un deporte tan exigente como cualquier otro. Es decir, existe la misma posibilidad de lesiones musculares por no calentar. Incluso si no vas a sudar y te encuentras en un cuerpo de agua, aún pondrás una gran cantidad de tus músculos a trabajar a gran capacidad. Calentar antes de entrar a la piscina te ayudará a evitar cualquier tipo de daño.
Las salpicaduras son un gran indicador de tu técnica
Si estás teniendo problemas para identificar si tienes una mala técnica o no, se encuentra en las salpicaduras. Las brazadas deben ser suaves, como si se deslizarán a través de la superficie del agua. Por lo tanto, si notas que estás salpicando mucho, entonces identifica el problema para que puedas ajustar tu técnica.
¡No te detengas en medio del entrenamiento! Cambia de ejercicio en su lugar
Es posible que en medio del entrenamiento de natación te sientas fatigado o cansado. Si esto sucede, no te pares a medio camino. En su lugar, cambia lo que estés haciendo por piscinadas de forma suave. Esto te permitirá recuperar algo de aire, bajar la intensidad del nado y recuperarte, todo sin necesidad de detener tu progreso.
Domina primero la brazada
Antes de adentrarte en cualquier otra técnica de natación, debes saber que la brazada debería ser tu principal prioridad. La técnica es la clave para ejecutarla de manera correcta, aunque debes saber que cada nadador tiene un ritmo de brazada que se acomoda mejor a sus necesidades y comodidad. Si tienes a algún entrenador o profesional que puedan ayudarte en estos aspectos, podrás observar una evolución rápida.